Como todos supimos, el 18 de septiembre del año en curso, se suscitó una de las peores tragedias en el los vagones del Metro Balderas alrededor de las 5:15 pm, donde Luis Felipe Hernández Castillo, asesinó a un policía, a un civil e hirió a más de 10 personas en dicha estación.
Este hombre dijo ser originario del estado de Jalisco, tener 38 años y que se dedica a la cría de animales. Entre los muchos argumentos que dio "el asesino del metro Balderas" como es conocido, dijo que estaban alterados los datos que dicen que estaba disparando sin control.
Otra de las cosas que dijo fue que, según era la primera vez que ingresa a prisión y que es de religión católica. Según él, no fuma, no bebe (pero lo que no ve jajaja) o por lo menos no de manera rutinaria, ni consume drogas.
De verdad que leyendo estas cosas, es increíble que las personas ya no podamos estar seguras ni en el metro!!! Primero tenemos que lidiar con todos los vendedores de CDs piratas, de dulces, y no se cuánta cosa más te venden por el modico precio de 10 pesos que no afecte la economía de su bolsilo y no se que tantas cosas rezan!!!!
Luego tienes que batallar con todos los que se suben a cantar y que se andan atravesando por los estrechos pasillos y en horas pico, cuando todos vamos como sandwich!!!
Y después de todo lo anterior y más, tenemos que estar cuidándonos de asesinos fanáticos que persiguiendo sus propios ideales (que sólo ellos entienden) ponen el riesgo la vida de muchas personas.
Y... ¿qué hay de la seguridad que nos deben brindar las autoridades competentes?
Como siempre, viene el clásico dicho "ahogado el niño, a tapar el pozo" ya que después del incidente SEGÚN iban a poner más seguridad en todas las entradas y en los torniquetes de todas las estaciones de todas las líneas del metro, y ¿¿¿alguno de ustedes vio esa "MÁXIMA SEGURIDAD" en donde dijeron que la habría????
Lo único que hubo en todas las entradas a la estación Balderas fueron grupos de policías con su detector de metales para evitar que pasaran armas y así evitar otra tragedia... pero... ¿¿¿alguien sigue viendo estas medidas de seguridad??? Claro que no!!!! esto sólo fue en lo que se calmaban un poco los ánimos respecto de este tema, pero ahora ni quien se acuerde de la falta de seguridad en el metro!!!
Una declaración que me dio mucha risa que hizo "el asesino del metro Balderas" fue cuando justificó los crímenes que cometió argumentando que lo hizo por "reprimírsele a dar a saber la verdad". ¿Verdad? ¿Cuál verdad? Según él, es muy devoto de la religión católica y él era el mensajero que nos venía a decir todos los riesgos y peligros a los que estamos expuestos, cuando el verdadero peligro para nosotros era ÉL MISMO!!!!
Y a pesar de que este asesino y fanático religioso tenga una condena de 50 años en prisión, la verdad es que con nada, se podrán recuperar las vidas que se perdieron...
Además, estamos tan mal en este país, que ante cualquier situación es muy difícil que la gente quiera involucrarse, por temor a las represalías. Por ejemplo, muchos de nosotros conocemos algunas "narcotienditas" ubicadas por donde vivimos o por donde vive algún familiar, y también sabemos de quiénes es el negocio o como se diría coloquialmente "sabemos cómo está la movida", pero... ¿¿¿quién se ha atrevido a denunciarlos??? NADIE!!! y ¿¿¿por qué nadie los denuncia??? POR MIEDO!!! Miedo a que nos hagan algo a nosotros o a nuestras familias; y otra cosa por la que no denunciamos es, POR FALTA DE CONFIANZA EN LAS AUTORIDADES, ya que están tan corrompidas que ya no sabemos si están en complicidad con los delincuentes o en el mejor de los casos, ignoran nuestras denuncias...
Lo mismo pasó en esta tragedia del metro Balderas, cuando el civil que murió intentó quitarle la pistola a Luis Felipe Hernández y forsejearon, nadie de los presentes fue capaz de ayudarlo, si alguien se hubiera armado de valor y hubiera ayudado a este señor, quizá el desenlace de esta historia hubiera sido menos sangriento y desalentador...
Pero como el HUBIERA no existe... sigamos aprendiendo a vivir en el país del miedo y en el país del nunca jamás.
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