viernes, 30 de octubre de 2009

"Casos de la vida real" EL DESEMPLEO


Con el desempleo, la dinámica familiar cambia. La mayoría de los desempleados acepta que han aumentado sus peleas domésticas. Se han sentido más deprimidos, irritables y ansiosos. Los hombres tienen que aprender a quedarse más tiempo en el hogar y se estrenan en las labores domésticas. En los matrimonios donde ella es la que trabaja y él no, algunas mujeres se desesperan por la situación de sus maridos.

En el caso de Martín Melchor Quezada, quien lleva tres años de litigio con Telecom por despido injustificado, el mismo tiempo que ha visto cuestionado su papel y ha luchado por adaptarse a la camisa de fuerza que es quedarse en casa.

"Desempleado no vale uno: no te ven igual tus amigos, tu familia, ya no te dan la atención como antes, pierdes tus amistades. Es algo muy fuerte. A uno se le valora por el trabajo, por el ingreso. Estuve a punto de perder a mi familia porque ya no aportaba dinero. Mi esposa no me daba la misma atención", dice este hombre de 45 años, quien, de ser jefe de oficina telegráfica, se convirtió en tianguista. Este mes lo reinstalan y le pagan salarios caídos, aunque dice que nada compensa la tristeza.

El licenciado en mercadotecnia con maestría en logística Emilio Vadillo toma su desempleo como "año sabático" porque él -haciendo cálculos, estirando aquí, recortando alla, echando mano de sus ahorros- ha podido darse ese lujo.
Ahora es el amo de casa. Su rutina consiste en despertar a sus niñas, prepararles el refrigerio, llevarlas a la escuela, hacer ejercicio, navegar por internet, tomar un diplomado y clases de inglés por las tardes. Se decidió a capacitarse más para estar listo al momento en que pueda reinsentarse.

"Mi esposa trabaja en un nivel similar al que yo tenía, tenemos dos hijas y los papeles cambiaron. La idea era que ella dejara de traajar este año, pero no sucedió así; ahora yo me hago más responsable del cuidado de mis hijas, de los pagos, del mantenimiento de la casa. Ufff. Es difícil aceptar que tienen que cambiar tus actividades y esperar, porque la espera es larga."

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